Hable con tu equipo de atención médica si tienes preguntas sobre qué actividades son adecuadas para ti y cómo mantenerte seguro.
Incluso pequeñas cantidades de actividad marcan la diferencia. El primer paso es simplemente moverse. Si te sientas mucho en casa o en el trabajo, asegúrate de tomar descansos cada 30 minutos para ponerte de pie, estirarte e incluso caminar.
Apunta a 30 minutos o más de actividad, al menos 5 días cada semana. No es necesario hacer toda la actividad de una vez, y puedes intentar 10 minutos de actividad después de cada comida.
Encuentra actividades que disfrutes, como caminar, bailar o usar una bicicleta estática.
Hay beneficios adicionales al hacer entrenamiento de fuerza o con pesas ligeras, y entrenamiento de equilibrio, 2-3 días a la semana.
Debido a que el ejercicio puede reducir tu glucosa, es posible que necesites controlar tus niveles antes, durante y después de estar activo si usas ciertos medicamentos.
Guía Interactiva